El poder de las creencias
El poder de las creencias

El poder de las creencias

El poder de las creencias,  es enorme, cuando es positiva puede llegar a tener matices increíbles. Sin embargo cuando es negativa o limitante puede poner tantas piedras en nuestro camino, que imposibilitan lograr cualquier tipo de objetivo que tengamos en la vida, sea a nivel personal, pareja, familia, empleo, emprendimiento, etc.

Para hablar hoy de ese poder quiero contarte una historia. Esta es la historia de un joven británico que tenía el sueño de ser atleta olímpico. Este muchacho con problemas de visión, usaba lentes tan gruesos como los fondos de las botellas, medio enclenque, había intentado practicar varios deportes sin éxito, siendo objeto de burla de sus compañeros de escuela y hasta de su propio padre.

El poder de las creencias

Edward, así se llama el muchacho, era apoyado por su madre, quien buscaba y hacía de todo para comprarle los instrumentos deportivos, caso contrario era su padre, quien creía que su hijo no poseía ningún talento para el deporte, que estaba perdiendo el tiempo, mal gastando dinero y que debería dedicarse ayudarlo en el negocio de pintura y renovación de la familia.

¿Qué pasó con Edward, le hizo caso a su padre? ¿Creyó que no tenía talento? ¿ Se dejó doblegar por las burlas?
Pues no, no se desanimó por las creencias y burlas de los demás. Convencido en llegar a competir profesionalmente, decidió que iba a participar en salto de esquí olímpico en los juegos olímpicos de invierno en Calgary 1988. Lo curioso es que no tenía ningún tipo de preparación en esquí, nunca había usado uno ni practicado este deporte.

El poder de las creencias
El poder de las creencias

Con la creencia y convicción metida hasta sus huesos, que iba a lograrlo, buscó la ayuda de Bronson Peary, un ex campeón de esquí venido a menos, que en sus años de gloria había logrado récords extraordinarios.
Cuando una creencia positiva es fuerte, se convierte en motivación, en un motor casi invencible en busca de la meta anhelada.

Pasaron meses de duro entrenamiento, competencias ganadas, tropiezos superados. Hasta una casi descalificación a las olimpiadas de Calgary. ¿Fue fácil? Claro que no. La madre de Eddie le dio todos sus ahorros, Eddie tomó sin permiso la camioneta del padre y tuvo que rogarle a Peary para que lo entrenara, quién al final del entrenamiento lo dejó, ya que ni el mismo creía en Eddie.

Eddie, entró al equipo olímpico de Gran Bretaña, siendo minimizado desde el inicio por los directivos y por sus propios compañeros, que se burlaron de el y de sus sueños. Sin entrenador, pero con una férrea determinación, creyendo que lo lograría, clasificó a la segunda ronda de la competencia, luego de haber superado la rampa de 70 metros.

Su celebración pequeña, insignificante para muchos, pero enorme para el, hizo que lo apodaran Eddie «El Águila» Edwards, desde allí se convirtió en la sensación de los juegos y la figura más sobresaliente del equipo olímpico británico, siendo aclamado y amado por la prensa y el público.

El final de este relato, Eddie «El Águila » Edwards hizo historia, logrando el récord olímpico para Gran Bretaña en salto con esquí. Gracias a su creencia positiva, firmeza y determinación hizo que Bronson Peary se convierta en su entrenador, cambiándole la vida mediocre que Peary estaba viviendo. Cambió la creencia negativa de su padre. Fue y es inspiración para aquellos que tienen sueños y que les dicen que «no» pueden lograrlo.

El poder de las creencias
El poder de las creencias

Como has visto, las creencias tienen un poder increíble, tanto si son positivas como en este caso, como cuando son negativas. Te pueden elevar al cielo o mantenerte de cara al suelo.
Pueden decidir en qué creer. Si tienen dudas o creencias negativas que no les dejen avanzar o lograr lo que quieran, escríbanme en el formulario de contacto o en el chat y con gusto conversamos.

 

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