Difundir aquello que no nos gusta: ¿Vale la pena?Difundir aquello que no nos gusta: ¿Vale la pena?

En el contexto de las redes sociales, las opiniones y la discusión acerca de malas noticias, actitudes nocivas, mal comportamiento de otros usuarios o el quehacer criticable de personajes públicos, son el «pan de cada día». Difundir aquello que no nos gusta, sin embargo, genera peleas de diversos «calibres» entre personas que no se conocen, cuando se trata de asuntos nocivos.

Si lo que no nos gusta, es bueno para las comunidades a las que pertenecemos, entonces, deberíamos revisar nuestras razones de fondo.

Por otro lado, algunas veces, el tema es tan poco válido para desarrollar nuestra vida, que realmente lo único que satisfacemos es esa carrera contra no sabemos quién, buscando tener la última palabra.

Difundir aquello que no nos gusta: ¿Vale la pena?

No es fácil centrarse en que todo lo que nos ataca de un modo u otro, en las redes sociales, no merezca una respuesta nuestra. Sin embargo, es altamente productivo reaccionar a favor de las ideas positivas que están siempre detrás de un camino mucho más sano, emocionalmente hablando. Finalmente, lo que no es nombrado, termina por desaparecer y dejar de existir: ¿No sería ese el mejor remedio?

A continuación, examinamos qué nos depara responder o difundir aquello que no nos gusta, sobre todo en las redes sociales:

1. Genera Negatividad Sin Aportar Soluciones

Difundir contenido que no nos gusta o que nos genera malestar contribuye a la propagación de negatividad en las redes sociales. En lugar de simplemente expresar desacuerdo, es más constructivo proponer soluciones o enfoques positivos para abordar los problemas, sin siquiera relacionarnos con la fuente nociva que propone lo contrario.

2. Fomenta Conflictos Innecesarios

Compartir opiniones contrarias puede desencadenar disputas innecesarias en línea. Las discusiones acaloradas suelen surgir, creando un ambiente hostil que no beneficia a nadie.

Evitar la difusión de contenido desagradable puede ayudar a mantener un entorno virtual más armonioso. Cuando nos centramos en difundir aquello que no nos gusta, no nos damos cuenta de que, al mismo tiempo, atraemos a algunas personas que sí están de acuerdo con ello. Cuando no lo hacemos, se diluyen todos los encuentros negativos.

3. Desperdicio de Tiempo y Energía

Participar en discusiones interminables sobre temas negativos consume tiempo y energía que podríamos invertir de manera más productiva. En lugar de enfocarse en lo que no gusta, es más beneficioso centrarse en actividades y contenidos que promuevan el crecimiento personal y la positividad.

4. Contribuye a la Sobrecarga Informativa

La sobreexposición a noticias y contenido negativo puede afectar nuestra salud mental. Difundir constantemente aquello que nos disgusta contribuye a la sobrecarga informativa, incrementando el estrés y la ansiedad. Seleccionar cuidadosamente lo que compartimos puede ayudar a mantener un equilibrio saludable en nuestro consumo de información.

5. Impacto en la Imagen Personal

La forma en que nos expresamos en línea refleja nuestra personalidad y valores. Compartir constantemente contenido negativo puede afectar negativamente nuestra imagen personal y profesional. Es importante ser conscientes de cómo nuestras acciones en las redes sociales pueden influir en la percepción que los demás tienen de nosotros.

6. No Contribuye al Crecimiento Personal

Dedicar tiempo a difundir lo que no nos gusta puede limitar nuestro crecimiento personal. En lugar de concentrarnos en aspectos negativos, es más valioso dedicar nuestro tiempo a aprender, explorar nuevos intereses y desarrollar habilidades que nos impulsen hacia adelante.

7. Rompe la Armonía en las Relaciones Personales

Compartir constantemente contenido desagradable puede afectar las relaciones personales. Evitar difundir aquello que nos disgusta contribuye a mantener la armonía en nuestras interacciones en línea y fuera de ellas, construyendo conexiones más positivas y significativas.

Abstenerse de difundir aquello que no nos gusta no solo beneficia nuestra propia salud mental, sino que también contribuye a la creación de un ambiente en línea más constructivo y positivo.

Antes de rendirte y dar rienda suelta a tus palabras, piensa primero en ti y en tu círculo más cercano, estamos seguros de que, si todos adoptásemos esta práctica, las redes sociales serían un espacio mucho más llevadero entre todos.

Todos los puntos aquí expuestos, por supuesto, son solo aportes para una vida más feliz y plena, aun así, no cabe duda de que poner en su lugar a las personas también aporta una cuota de satisfacción que muchas veces nos alegra muchísimo 😉 sólo pon en la balanza qué vale la pena hacer. ¡Ten muchos éxitos!

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