Cuando hablamos de la comunicación para el bienestar emocional, estamos enfocados en la interacción humana como un complejo entramado en el que la comunicación juega un papel fundamental: impacta, influye, crea y rediseña realidades.
Desde tiempos inmemoriales, la incapacidad para entenderse ha desencadenado conflictos que abarcan desde disputas entre personas, familias e inclusive entre naciones. En la actualidad, la importancia de una comunicación efectiva es más relevante que nunca, ya que su impacto en el bienestar emocional puede evitar conflictos y fomentar relaciones saludables.
Comunicación para el bienestar emocional: claves importantes
Revisar estos aspectos sobre la visión de una comunicación para el bienestar emocional, nos ayuda a sentar las bases de la adquisición de habilidades blandas. Vamos a revisar aspectos clave.
1. Individualidad al percibir el mundo
Cada individuo percibe el mundo de manera única, lo que puede dar lugar a malos entendidos, desconexiones y «ruido» en la comunicación interpersonal. Del mismo modo, puede llegarse a dar que una misma persona interpreta las mismas situaciones de forma diferente con el pasar del tiempo ¿te has dado cuenta de ello?
La ventaja de comunicación para el bienestar emocional que la percepción nos puede brindar es que, aceptando esta condición del ser humano, la diversidad de opiniones puede ser muy nutritiva.
2. Los canales de comunicación según la PNL
Entre otras formas de verlo, lo anterior se debe a que cada uno utiliza diferentes canales de comunicación para procesar la información que percibe del medio en el que se encuentra y comunica. La Programación Neurolingüística (PNL) tiene una visión especial sobre ello y ha identificado 3 canales principales a través de los cuales las personas observan el mundo e interactúan con los demás:
- Visual
- Auditivo
- Kinestésico (que incluye sensaciones como el gusto, el tacto y el olfato)
Nuevamente, pero de forma más especializada, contamos ahora con 3 formas de analizar como una comunicación para el bienestar emocional está centrada en las diferencias bajo las cuales como personas abordamos la comunicación.
3. Preferencias por canales que cambian según el contexto comunicacional
Lo habitual es que como personas seamos visuales, auditivos o kinestésicos según las necesidades de comunicación que nos exija el contexto en el que nos desarrollamos, de modo que, nuestras preferencias irán cambiando entre cada uno de los canales en particular, para sentirnos más cómodos y ser más eficientes y esto tiene mucho que ver con la comunicación para el bienestar emocional.
Un mensaje puede ser más claro y comprensible para los demás, reduciendo así la posibilidad de malentendidos o rechazo, cuando entendemos desde que canal de comunicación viene emitido, qué lo condiciona y bajo qué necesidad se ejecuta.
4. ¿Cómo identificar los canales de comunicación para el bienestar emocional?
Una forma de identificar el canal de comunicación de una persona es prestar atención a las palabras y expresiones que utiliza. Aquí algunos ejemplos de frases que podrían revelar esta preferencia:
- Visual: «¿Qué es lo que no ves?», «Voy a mostrarlo de una manera más clara», «¿Has visto acaso las consecuencias de tus actos?
- Auditivo: «Esto no me suena bien», «Escucha lo que tengo que decirte», «¡Por favor no he dicho eso, escúchame bien!»
- Kinestésico: «Me siento cómodo con esta idea», «Esta situación me produce una sensación de seguridad», «Siento que estamos muy lejos uno del otro en este asunto».
Enfrentar cada interacción con flexibilidad y disposición para ajustar nuestro enfoque comunicativo según las necesidades y preferencias del otro es esencial para construir relaciones sólidas y evitar malentendidos, aportando al bienestar emocional de ambos y/o de todos en los procesos comunicacionales.
5. El enfoque de las posiciones perceptuales de la PNL
La Programación Neurolingüística (PNL) es un enfoque psicológico que se centra en la conexión entre los procesos neurológicos (neuro), el lenguaje (lingüística) y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia (programación). En el contexto de la comunicación para el bienestar emocional se hace referencia a las posiciones perceptuales como una de las técnicas que la PNL ofrece para resolver conflictos y mejorar la comprensión mutua.
Las posiciones perceptuales son una parte importante de la PNL que implica ver una situación desde diferentes perspectivas o «posiciones» mentales. Estas posiciones se refieren a puntos de vista específicos desde los cuales podemos observar y comprender una situación. Por lo general, hay tres posiciones principales:
- Primera posición: Esta es la perspectiva propia, donde uno ve la situación desde su propio punto de vista, considerando sus propios pensamientos, sentimientos y creencias.
- Segunda posición: Aquí, uno adopta el punto de vista de otra persona involucrada en la situación. Es decir, intenta comprender cómo se siente y qué piensa la otra persona.
- Tercera posición: Esta posición implica adoptar una perspectiva más objetiva y neutral. Desde esta posición, uno observa la situación como un observador externo, sin estar directamente involucrado emocionalmente en ella.
Al utilizar las posiciones perceptuales en la resolución de conflictos y la mejora de la comprensión mutua, las personas pueden ganar una mayor perspectiva sobre la situación en cuestión. Al ver las cosas desde diferentes ángulos, se puede desarrollar empatía hacia los demás, entender mejor las motivaciones y necesidades de cada parte y encontrar soluciones más efectivas y equitativas.
6. Adaptarse es parte del enfoque comunicacional para el bienestar emocional que todos necesitamos
La capacidad de adaptarse juega un papel fundamental en el enfoque comunicacional para el bienestar emocional.
En un mundo en constante cambio, la habilidad de ajustarse a nuevas circunstancias y situaciones es esencial para mantener un equilibrio emocional y una comunicación efectiva. Ser capaz de adaptarse no solo implica flexibilidad mental y emocional, sino también la disposición para aprender y crecer a partir de las experiencias cambiantes de la vida.